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Terapia Cognitiva Conductual

Los psicólogos de TOC Argentina están formados como terapeutas cognitivos y conductuales entre otras áreas de conocimiento.

La Terapia Cognitiva-Conductual (TCC) está basada en la teorí­a de que los problemas aprendidos pueden ser comprendidos en forma de pensamientos-conductas y sentimientos observables e inferibles. Así­, las reacciones emocionales observables son el resultado de creencias o pensamientos erróneos. La Terapia Cognitiva-Conductual enseña a los pacientes cómo reducir, controlar o eliminar sus conductas desadaptativas que le están generando un malestar o angustia. La TCC difiere de otras formas de terapia en que el método de tratamiento ha sido testeado cientí­fica y experimentalmente. Enseña métodos y técnicas de cómo cambiar, en lugar de confiar en el conocimiento de aquello que subyace a los problemas. Además, la meta es enseñar al paciente a crear las habilidades necesarias para identificar y cambiar esas creencias erróneas reemplazándolas por unas más lógicas y racionales.

El tratamiento es esencialmente un proceso de aprendizaje. Frecuentemente, el individuo ve resultados de esta terapia a corto plazo.

El componente cognitivo de la TCC está basado en la teorí­a de que las reacciones emocionales extremas son el resultado de creencias erróneas. La meta es educar al paciente a crear las habilidades necesarias para identificar y cambiar esas creencias erróneas reemplazándolas por unas más lógicas.

El resultado es una manera más balanceada y moderada de verse a sí­ mismo, a los problemas de la vida, y al mundo, produciendo respuestas emocionales más positivas y conductas más efectivas. Lectura y "deberes" son herramientas empleadas en este proceso de re-educación. La resolución de problemas, y la creación de patrones de conducta adaptativos también son utilizados. La terapia cognitivo-conductual puede incrementar la motivación para seguir el tratamiento y mejorar las relaciones familiares, la propia imagen, el autocontrol, y las habilidades necesarias para hacer frente a las adversidades y dificultades de la vida. Puede ser más efectiva en el tratamiento del TOC, la depresión, de los trastornos de ansiedad y de las relaciones angustiantes (ej. problemas conyugales, de trabajo, de padres/hijos).

Mucha gente asocia la terapia cognitiva-conductual con el tratamiento de temores y fobias; sin embargo ha sido demostrado que la terapia es beneficiosa también para otros problemas como el Trastorno de pánico, agorafobia, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), ansiedad y problemas de la infancia y familiares, además de disfunciones sexuales. Existe mucha evidencia que la terapia cognitiva-conductual, en especial la herramienta de exposición y prevención de la respuesta (ERP) mejora el funcionamiento sintomático y social del paciente con trastornos del espectro obsesivo-compulsivo, generando de esta manera una recuperación clí­nica y social.

Desarrollamos programas personalizados de terapia cognitiva-conductual para los trastornos del espectro del TOC (ej. Trastorno Dismórfico Corporal, Hipocondriasis, Tricotilomaní­a, Sí­ndrome de Gilles de la Tourette, etc.). Los familiares pueden ser entrenados como ayudantes terapéuticos, y trabajar cercanamente con el terapeuta tratante. Lectura y "tareas" son también, herramientas empleadas en este proceso de re-educación.

El resultado de la terapia cognitiva-conductual es una manera más flexible y equilibrada de verse a sí­ mismo, a los problemas de la vida, y al mundo, produciendo respuestas emocionales positivas y conductas más efectivas. La resolución de problemas, y la creación de patrones de conductas adaptativas también son utilizadas.